La firma británica ha presentado en Ginebra dos interesantes modelos, el Bentley Flying Star, un shooting brake, y el Bentley Continental Supersports Convertible.
Para comenzar decir que la sorprendente imagen de cabecera es tan real como la vida misma, por si alguien no cree que ese coche sea un Bentley. Es obra del garaje milanés Carrozzeria Touring Superleggera y se fabricarán 20 unidades anuales a precios que rondan los 100 millones de las antiguas pesetas.
El techo y las aletas traseras de este precioso shooting brake son de aluminio, monta unas puertas más anchas, llantas de 20 pulgadas y unos faros traseros que hacen que una de las partes más bonitas de este modelo, su parte trasera, tengan un aspecto retro irresistible.
La zona de carga está forrada en cuero y caben perfectamente las maletas específicas de Bentley. Si abatiésemos los asientos traseros tendríamos una zona de carga de 1200 litros (400 sin abatir), vamos, un coche ideal para los PYMEs. A pesar de ser un coche de limitadísima producción, está homologado por la CEE, así que, no hay excusa para no comprarlo, la versión básica costará 590.000€ (con el motor GTC de 560CV) ¿qué es eso para el español medio?
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